En primer lugar es bueno aclarar que la Psicología Social “es la ciencia que estudia los vínculos interpersonales y otras formas de interacción; es decir, estudia al sujeto con otros”.
El psicólogo social aplica esta disciplina a partir de una intervención. Intervenir es “tomar parte en un asunto” y, la intervención es un conjunto de acciones pensadas para el abordaje de una problemática particular, en un grupo específico.
A lo largo de la intervención se desarrollan talleres en los cuales se implementan diversas técnicas grupales, las cuales se utilizan para fomentar y estimular los recursos personales de cada integrante.
Es decir, son todos los recursos que dispone el paciente, a nivel físico, cognitivo y emocional, los que se ponen en marcha durante la dinámica grupal.
Dinámicas de grupos
Es un conjunto de conocimientos teóricos y herramientas que, en forma de procedimientos o técnicas grupales, permiten conocer al grupo, abordar problemáticas, aumentar su capacidad generativa, modificar actitudes y afianzar las relaciones internas.
Técnicas lúdicas
Cuando aplicamos técnicas, debemos recordar que éstas suceden en un ámbito de intercambio con el otro y que en el existir las personas se espejan. Que es una trama vincular donde las personas se miran y miran con sus propios ojos pero, también, con los ojos de los otros. Las técnicas son un disparador para el individuo y el grupo; son un lugar desde donde las personas pueden conocer sus puntos de semejanzas y diferencias con los otros. Donde se entrelazan historias personales y realidades; un lugar donde, jugando a hacer, se actualizan sus modelos de pensar, sentir y hacer, desde un conocer y reconocerse en el contexto social.
Nivel cognitivo
– Se estimulan todos los procesos atencionales, especialmente los complejos, atención alternante y dividida. Pensemos que realizan tareas que suponen diferentes esfuerzos cognitivos mientras han de estar atentos a más de una cosa al mismo tiempo. Se estimula la memoria, en todos sus procesos, y a través de todos los canales sensoriales.
– Se estimula la flexibilidad mental y la adaptación a los cambios que pueden ser inesperados. Estas situaciones promueven reducir la rigidez y mejorar la tolerancia a la frustración, les entrena para ser capaces de resolver en el momento preciso las dificultades buscando alternativas rápidas y llegar a su objetivo.
Nivel emocional
Cabe destacar la repercusión positiva que tienen las dinámicas grupales durante el desarrollo de los talleres en la conducta y en la mejora de la conciencia sobre su propia situación:
– Se promueven interacciones sociales significativas, se desarrollan valores como la empatía y el trabajo en equipo. Es un contexto que les permite ver más opciones de comportamiento que las propias o las que sugiere el terapeuta y éstas son las de otros compañeros, que serán espejo de sus propias dificultades o fortalezas.
– Sentirse satisfechos durante y después del trabajo realizado, unido a los refuerzos positivos de los otros, alimentan su motivación y creencia en ellos mismos, construyendo confianza a través del compromiso mutuo y la responsabilidad compartida.
Beneficios
Los beneficios que se obtienen en el desempeño de los talleres son infinitos:
– El trabajo cooperativo fomenta la comunicación, permite el equilibrio de potencialidades de cada miembro del grupo, aumenta la motivación personal y el compromiso, mejora la conciencia de sí mismo y le da el espacio necesario a la expansión de la creatividad y al intercambio de conocimientos, estimulando siempre el aprendizaje.
Resultados
Este sentimiento de autoeficacia percibido y el aumento de la autoestima ayudan posteriormente a retomar la rehabilitación con una actitud diferente.
Conclusión
La experiencia, aunque sea de forma puntual, nos permite concluir que se obtienen mejoras terapéuticas notables en diversos ámbitos, sobre todo a nivel psicosocial.
Como se puede apreciar, los objetivos de las diferentes áreas de intervención tienden a superponerse en estos talleres, donde todos los caminos convergen hacia un destino común: Recuperar la máxima autonomía disfrutando del proceso de rehabilitación.
“¡Sabemos que la huella que deja en la memoria aquello que aprendemos disfrutando y motivados es mucho más poderosa!”
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