Quiero compartir un párrafo del texto “La Psicología Social” de la Dra. Adamson, que para mí sintetiza el significado de lo que llamamos vida cotidiana:
“Las relaciones interpersonales en los ámbitos cotidianos, la familia, la empresa, la misma comunidad, pueden ser fuentes de sufrimiento o de bienestar para el ser humano. La depresión, los estallidos de violencia, los miedos, no surgen en lugares especiales, emergen en la cotidianidad de las relaciones interpersonales.”
Somos seres sociales, no podemos no serlo si queremos sobrevivir. Por eso, en esa vida cotidiana que todos transitamos es indispensable saber manejar las relaciones interpersonales; entender que venimos de lugares diferentes, con historias muy distintas y cada uno con sueños propios. Siento que esa historia del otro me aporta a tal punto que enriquece mi presente sin que ello signifique resignar quién soy, tal vez uno de los miedos más grande por todos enfrentado. Para ello existe la memoria.
Dice Gregory Maguire, escritor estadounidense, “la memoria forma parte del presente. Nos construye por dentro; nos entreteje los huesos a los músculos y hace que nuestro corazón siga bombeando. La memoria le recuerda al cuerpo que trabaje, y también le recuerda al espíritu que funcione; hace que sigamos siendo quienes somos.”
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