top of page

Profesionalizar la marca personal, un reto ineludible

Foto del escritor: Pablo PuccioPablo Puccio

En la actualidad existe un gran desafío para la generación qué hoy transita las diferentes instituciones educativas. Me estoy refiriendo a aquellos que se están preparando para ejercer profesiones de perfiles cambiantes (algunas ya en declive o urgidas de profundos rediseños) en un mundo cada día más competitivo, en el cual no tendrán ni el libro ni al “profe” disponibles para que les ayuden a identificar quién, qué, cómo o porqué en tiempo y espacio real, ni tampoco para recomendarles uno u otro curso de acción con la velocidad de respuesta que han de requerir en la mayoría de los casos (vivimos en un mundo que anda y cambia muy rápido).

Esto implica que ellos tendrán que depender esencialmente de sus propias y diversas competencias, una de las cuales deberá ser indefectiblemente la capacidad de desaprender y reaprender de forma sistemática, en virtud de los cambios contextuales; por ende, deberán desarrollarla a un nivel que les asegure suficiencia, y desde ella, efectividad, en un contexto donde la única constante será cada vez más el cambio. Hablo de un proceso de profesionalización permanente que marcará su devenir como profesionales, e inevitablemente definirá su marca personal desde condiciones como la flexibilidad, la adaptabilidad y la capacidad de autorrenovación. De lo contrario, nada les podrá asegurar resultados positivos.

Y es que, entre la docencia que reciben, los textos que revisan, las noticias que a diario les informan sobre las realidades del entorno y especialmente del mercado, y los análisis que hacen de sus propias situaciones a nivel familiar y personal, han ido captando claramente el mensaje de que, si quieren lograr una inserción efectiva en el mundo laboral al graduarse, o tener la oportunidad de emprender con éxito, necesitan profesionalizarse en todos los sentidos, no sólo en lo académico, sino (y sobre todo) en cuanto a la efectividad de su desempeño y resultados, y en sus competencias relacionales y comunicacionales.

Sería excelente que las universidades fueran incorporando estos temas a los programas de grado. La inmensa mayoría de las (todavía muy pocas) acciones formativas en personal branding, están siendo impartidas en postgrado y educación continua. Y mayormente, se está ignorando a los futuros egresados que llegarán al mundo laboral con un título universitario y sin la menor idea de lo que es marca personal; es más, sin siquiera saber que tienen una, que son una, y que deben gestionarla desde el primer día. Pero una vez graduados, ya empleados o emprendiendo, ¿qué debe suceder?

Es importante distinguir entre egresado o graduado universitario, y profesional. Los títulos acreditan profesiones, pero no generan profesionalidad; esta la asegura el desempeño con aprendizaje permanente y resultados tangibles. Y un egresado necesita profesionalizarse de forma permanente como parte de la gestión de su marca personal. La profesionalización permanente es una necesidad ineludible del desarrollo en tiempos de constante cambio e inestabilidad creciente. Y del mismo modo en que se desarrollan las competencias técnicas o tecnológicas de la profesión, debe hacerse con la marca personal. Alguien que egresa de una universidad, u otro tipo o nivel de formación profesional, necesita ser capaz de integrar y comunicar lo que es, lo que sabe, quiere y puede hacer, lo que realmente hace y lo que efectivamente logra, en un perfil que le pueda posicionar competitivamente y crearle un espacio en el mercado, que pueda ser sostenible en el tiempo y garantizarle su posibilidad de agregar valor de forma progresiva.

Siendo así, este egresado no debería nunca esperar que la formación caiga del cielo, o que su empresa le envíe a formarse, o que su familia le pague los cursos. Aunque inicie con opciones gratuitas debe comenzar inmediatamente. Y la mejor inversión de tiempo y esfuerzo (y de dinero, en cuanto pueda) que le toca hacer, es precisamente en personal branding. Primero, porque lo requiere con urgencia y generalmente no lo ha estudiado en la carrera; y segundo, porque gestionar con efectividad su marca personal le permitirá aplicar todo aquello que requiere para asegurar a un nivel razonable su posicionamiento profesional en el mercado, desde el autoconocimiento y el autodiagnóstico sistemático hasta la investigación proactiva del entorno, desde la identificación de las fortalezas propias y las brechas de competencia hasta los enfoques y estrategias para la mejora continua, desde la comunicación social hasta la mercadotecnia personal, y así un largo etc.

Una pregunta, para ir cerrando el punto. ¿Cuántos excelentes profesionales conocemos que son perfectos desconocidos en su mercado, porque no han logrado dar forma a su marca personal y comunicarla como deberían? ¿O dicho de otro modo, porque nunca han hecho y no saben hacer personal branding, y debido a ello, no han logrado ser empleados en los espacios en que más valor podrían aportar, ni han conseguido la notoriedad ni generado la credibilidad necesaria para captar fondos imprescindibles para emprender?

Y finalmente, me atrevo a llegar un poco más lejos: ¿Qué tan perdurable y sostenible estratégicamente es una profesión cuyos representantes no son capaces de gestionar con efectividad sus marcas personales? ¿Qué tan lejos estará de la obsolescencia? En el futuro, el verdadero valor de un profesional no deberá basarse sólo en lo que sabe y sabe hacer, y en el valor que potencialmente puede aportar en el ejercicio de su profesión, sino en la forma en que logra crear, desarrollar y comunicar su marca personal, colocarse y posicionarse en el mercado, agregar valor y ser competitivo de forma sostenible en el tiempo. Porque se hace, gestiona, desarrolla, capitaliza y rentabiliza una marca personal desde el valor agregado al mercado y a la sociedad a partir de lo que uno es, hace y logra, y no mediante un diploma colgado en la pared.

(Fuente: Puromarketing.com)

0 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Komentáře


bottom of page