Hasta hace algunos años los trabajadores se autodefinían según el lugar o la empresa en la que se desempeñaban. Hoy, en tiempos en que están cambiando las relaciones laborales, ese vínculo se ha invertido. Y en ese contexto se impone como una cuestión clave para los profesionales el desarrollo de su propia “marca personal”, la forma en que los demás perciben su valía como recurso relevante dentro de las compañías. El “personal branding” no es nuevo, pero sí su mayor importancia para aspirar a mejores posiciones dentro del mundo laboral.
“El ‘personal branding’ o ‘marca personal’ siempre existió, pero durante los últimos años ha tomado mayor relevancia por la aparición de las redes sociales. En todo momento transmitimos nuestra marca personal, en nuestra familia, con nuestros amigos, en el club, en el trabajo y a desconocidos en las redes sociales”, comenta Diego Landa Musacchio, associate business manager de Ghidini Rodil. Asimismo, Juan Manuel Cueto, managing partner en Wall Chase Group, agrega: “Antes cuando a una persona le preguntaban qué hacés, respondía ‘trabajo en tal compañía’. En vez de asociar su valor a su marca personal lo hacía a la empresa para la cual trabajaba. Eso cambió ya hace años. Si a alguien hoy le preguntás de qué trabaja, te dice ‘yo soy tal cosa en esta compañía’. Lo que marca el valor de la persona es su aporte en la compañía”.
El primer paso del “personal branding” es plantearse internamente una serie de interrogantes: ¿cómo quiero que los otros me vean? ¿cuáles son mis capacidades? ¿cuál es mi diferencial? ¿qué valores quiero trasmitir a los demás? ¿cuál es mi pasión? ¿cuál es mi público? ¿a dónde quiero llegar? ¿cómo me ven en redes sociales?
Partiendo de esa base, el desarrollo de la “marca personal” es un trabajo que requiere dedicación, disciplina y perseverancia. Los especialistas sostienen la importancia del “autobombo”, sin sobrepasarse, y siempre mostrando sus capacidades a los demás. Una buena estrategia es la de elaborar y publicar contenido de interés profesional. Por otro lado destacan que “la mejor inversión es la capacitación”. “Con la velocidad de los cambios que hay hoy y cómo se está transformando el trabajo, si uno no se capacita se queda afuera del medio facilmente”, afirma Cueto.
NUNCA COMAS SOLO
La otra gran herramienta para el “personal branding” es la red de contactos o “networking”. Tal como lo refleja el libro “Nunca comas solo”, de Keith Ferrazzi y Tahl Raz, “para conseguir tus metas no bastan tu inteligencia o tu talento innato, ni siquiera tus orígenes y con cuánto empezaste. Todo eso es importante, pero de poco sirve si no comprendes que no puedes triunfar solo”.
No es un secreto que, generalmente, a las mejores posiciones laborales no se llega mediante una bolsa de trabajo, sino a partir del relacionamiento directo con los encargados de la toma de decisiones. La red de contactos es el primer lugar al que se acude cuando se quiere cubrir una posición de cierta jerarquía.
“He conocido brillantes profesionales que no hacen marketing personal sobre su trabajo. Incluso, a muchos de ellos les iría mejor promocionando sus resultados no sólo al supervisor inmediato, si no a sus pares e incluso a sus directores. Pero el mayor poder de promoción es cuando otra persona habla muy bien de uno, esa percepción genera un efecto multiplicador que no tiene límites”, opina Landa. En sintonía, Cueto recomienda “asistir a coloquios y conferencias, colaborar con los colegas, mostrarse todo el tiempo, sin sobrepasarse, mostrando resultados. Si quiero cambiar de área, que se note mi interés por trabajar ahí”. Y añade: “Lleva tiempo y hay que prepararlo. Los que tienen éxito, aprovechan todo el tiempo”.
EL ROL DE LAS REDES SOCIALES
Las redes sociales son el factor más reciente del “personal branding”. Debido a que las empresas en la actualidad hurgan en ellas para evaluar a sus potenciales colaboradores, son una gran herramienta de autopromoción, muy efectiva, pero también riesgosa.
A diario vemos ejemplos de profesionales que han puesto su carrera en jaque o incluso han perdido un empleo por un comentario, por lo menos desafortunado, en Twitter o Facebook. Es por esto que se debe cuidar la imagen que se muestra públicamente en estas plataformas. “En las redes sociales hay que ser auténtico, pero también tener cuidado de la imagen”, sostiene Cueto. Para Landa, “son un canal muy importante para transmitir la marca personal. La aceleración exponencial en las comunicaciones hace que en segundos algo que se postea en la red llegue a infinitas personas construyendo tendencias o modelos que serán utilizados”.
Y concluye: “Es importante tener en cuenta cuál es el objetivo de cada red social, porque las audiencias son distintas y las acciones e información a incluir en cada una también lo debe ser. En conclusión: las redes sociales deben mostrar los valores profesionales y personales de cada uno”.
(Fuente: Matías Ortega – ámbito.com)
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