Vivimos tiempos donde de lo que más se habla es de igualdad y equidad, pero sin embargo la contienda se ha instalado en posturas demagógicas tan extremas que, en lugar de generar un crecimiento o evolución de nuestra especie, no hace más que acentuar las diferencias que venimos arrastrando durante siglos.
Por ejemplo percibo, cuando hablamos de género, que los grupos antagónicos más que promover igualdad lo que realmente persiguen es instalar un pensamiento totalitario, absoluto y definitivo. Resulta que para estos colectivos, mi posición o postura debería estar subordinada a los intereses ideológicos de uno u otro, como si fuera una batalla donde debieran existir vencidos y vencedores.
Hoy, mis interrogantes son: qué entendemos por igualdad? Qué interpretamos por diferencias lógicas y naturales (siempre que nos consideremos únicos e irrepetibles)? Y por último: qué sociedad estamos construyendo, que difiera de aquella que tanto criticamos durante años?
Quizás, finalmente las respuestas nos aproximen a descubrir, que todo lo que moviliza y los une a estos grupos tan polarizados, sea la más pura hipocresía como individuos antes que el noble sentimiento de igualdad que se pregona.
Para pensar, no? Tarea para el hogar…
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